Autora: Karla Gaviño Masías[1]
Referirse
a un escenario posterior a la crisis sanitaria por el COVID-19, puede resultar extraño,
sobre todo porque no se tiene previsto contar con una vacuna disponible en el
corto plazo. Las noticias y conversaciones cotidianas, giran en torno a los
contagios, enfermos de gravedad y defunciones como consecuencia del virus, manteniéndonos
en el presente inmediato, lo cual puede ayudarnos a focalizar esfuerzos y no
perder la claridad sobre la importancia de contener este virus. No obstante, en
algún momento llegaremos a superar la crisis sanitaria, y algunas medidas se pueden
tener en el radar, e incluso, se pueden empezar a trabajar desde ya, sin
descuidar la atención prioritaria que debe tener la emergencia sanitaria.
Al
respecto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha publicado recientemente
el estudio “Retos Post COVID-19 en la región andina”[2]
en el cual señala la rápida evolución del virus en la región andina, principalmente
en Ecuador y Perú, precisando que a nivel de casos per cápita “Perú tiene el
número más alto”.
No
obstante ello, el estudio describe 2 niveles diferentes de vulnerabilidad en la
región: i) el grupo menos vulnerable, donde se encuentran Colombia y Perú, que
recibe la pandemia en mejores condiciones macroeconómicas, sanitarias y domésticas;
para este grupo, se considera clave la ejecución de políticas públicas y el
manejo de la exposición externa; y, ii) el grupo más vulnerable, conformado por
Bolivia, Ecuador y Venezuela, los cuales en términos del estudio “tienen retos
en todos los frentes”. Podemos o no estar de acuerdo con este dato, dado que
los niveles de infección y mortalidad alcanzados en el Perú por el COVID-19
continúan incrementándose, hasta llegar a cifras que lo colocan entre los
países más afectados a nivel mundial. No obstante, el estudio contiene un capítulo
escrito por Javier Diaz-Cassou, que plantea en concreto algunos retos post crisis
del COVID-19 para el Perú:
- En lo Económico: Ingresos tributarios
y posiblemente, revisar las reglas fiscales. Parte de precisar que el 15% del
PBI al cual ascienden en promedio los ingresos tributarios, resulta
reducido con el promedio de la mayor parte de la región, y (de alcanzarse)
será insuficiente para hacer frente a la sub-provisión de bienes y servicios
públicos evidenciada por la pandemia, así como impulsar la inversión en
infraestructura (que resulta necesaria para el crecimiento económico). Ante
ello, recomienda analizar de qué manera se puede retomar una senda de
cumplimiento del marco de responsabilidad fiscal, incluyendo la revisión de
potenciales flexibilizaciones. En caso esto último se realice, consideramos
se deben aplicar criterios de prudencia y ponderación. Agrega el estudio que:
“En este proceso, el país debería evitar erosionar la gran credibilidad
fiscal que ha logrado construir, la cual está permitiendo al gobierno
acceder a los mercados financieros internacionales en condiciones muy holgadas”.
- En
lo Productivo: La crisis del
COVID-19 obligará a las empresas a abordar un esfuerzo de adaptación que
el sector público debe apoyar. Se mencionan como ejemplo los reforzamientos a los programas
de apoyo a la digitalización empresarial, y un eficaz sistema de
innovación que ayude a las empresas a aprovechar las ventajas que la nueva
realidad post-COVID generará, incluyendo el desarrollo de nuevos productos
o servicios que permitan mantener a flote a las empresas y competir en el
mercado.
Al respecto, somos de la opinión que
será también importante apoyar a la formalización de las empresas, tarea que en
un escenario post crisis del COVID-19 se volverá mucho más urgente y delicada, pero
que permitirá afrontar en mejores condiciones futuras crisis.
- En lo Social: Destacan 2 medidas
a) Focalizar las ayudas y reforzar programas
de protección social. Precisa
como ejemplo el reforzamiento y la construcción sobre la base de los programas
Juntos, Qali Warma y Cuna Más.
b) Reforzar programas de aseguramiento
social. Hace referencia a la ausencia de seguro de desempleo,
a los problemas de cobertura del sistema previsional y la población que no
cuenta con ningún tipo de seguro de salud. Aspectos a revisar, reconociendo que
el Gobierno busca una reforma del sistema previsional. Agregamos que en esta
dirección, van también los objetivos de lograr el aseguramiento universal y la
respuesta integral del sistema de salud, anunciados por el Ministerio de Salud.
Estos
aportes, que pueden parecer referidos a aspectos puntuales al interior de 3 ámbitos
específicos (economía, productividad y social), consideramos que pueden ser de
valiosa orientación precisamente por lo concretos que resultan, ya que en
situaciones como la que atraviesa el país y la que (potencialmente) seguirá en
un contexto posterior a la crisis sanitaria por el COVID- 19, se requiere de
acciones concretas a implementar, de corto y mediano plazo, sin perjuicio de
otros planes adicionales que puedan formar parte de la agenda pública.
Lima, 13 de Agosto de 2020
[1] Las expresiones
contenidas en el presente artículo constituyen la opinión personal de la
autora.
[2] Banco
Interamericano de Desarrollo, Retos Post COVID-19 en la región andina (2020). Disponible
en : https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/ALC-Post-COVID-19-Retos-y-oportunidades-para-CAN.pdf
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